Las investigaciones que se han referido al efecto de la
música sobre el cerebro infantil, han coincidido en que ésta provoca una
activación de la corteza cerebral, específicamente las zonas frontal y
occipital, implicadas en el procesamiento espaciotemporal.
Asimismo al evaluar los efectos de la música a través de
registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música origina una
actividad eléctrica cerebral tipo alfa. Todo lo anterior se traduce en lo
siguiente: la música (sobre todo la música clásica, de Mozart) provoca:
mAumento en la capacidad de memoria, atención y concentración
de los niños.
mMejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de
razonamiento complejos.
mEs una manera de expresarse.
mIntroduce a los niños a los sonidos y significados de las
palabras y fortalece el aprendizaje.
mBrinda la oportunidad para que los niños interactuen entre
sí y con los adultos.
mEstimula la creatividad y la imaginación infantil.
mAl combinarse con el baile, estimula los sentidos, el
equilibrio, y el desarrollo muscular.
mProvoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se
enriquece el intelecto.
mEstimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre
todas las áreas del desarrollo.
Para concluir sólo resto decir que la música
representa un papel importante en el proceso enseñanza aprendizaje de los
alumnos (sobre todo los de educación inicial), por lo tanto, los maestros, las
instituciones educativas, los padres y el personal de salud, deben conocer los
alcances y beneficios que se derivan del empleo de la música como parte
importante de la educación integral del menor.
Publicado por: Mirella Moscoso Raposo