Si observamos durante
unos minutos a un niño pequeño, seguro que nos sorprende la necesidad que tiene
de moverse: anda, corre, salta... no se cansa, y si se sienta un rato, sólo es
para volver a empezar con más ánimo un minuto después.
Pero, ¿qué relación existe entre el esquema corporal y la
música?:
El esquema corporal es la organización psicomotriz del
propio cuerpo, participando todos los mecanismos y procesos de los niveles
motores, tónicos, perceptivos, sensoriales y expresivos, a los que hay que
añadir el aspecto afectivo. El cuerpo es, para los niños, un elemento de
relación y expresión de su mundo interno hacia el exterior.
A partir de canciones y actividades musicales, el niño se da
cuenta de que su cuerpo emite sonidos como el latido del corazón, pero también
descubre que con su cuerpo puede emitir sonidos como palmas. Estos sonidos
básicos podemos trabajarlos con los más pequeños.
Una música adecuada les puede ayudar en el control del tono
muscular, en la consolidación de la lateralidad, en el descubrimiento y toma de
conciencia de las distintas partes del cuerpo, etc. Podemos partir de
movimientos amplios, estiramientos, jugar con nociones de equilibrio,
desplazarnos por el espacio al son de la música, expresar emociones, etc.
La música les permite intervenir activamente en el medio que
les rodea, despertando en ellos interés y favoreciendo el camino que los
llevará hacia la autonomía personal.
¿Quién sabe si los niños encuentran la felicidad en la música?...
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